El aplanamiento de dunas y la construcción de complejos turísticos a escasos metros del mar erosiona las costas de las ciudades más visitadas del estado
Jeanette
Aldán Cano/Revista Llave
El estado de Veracruz es
famoso por sus playas que atraen cada año miles de visitantes nacionales y
extranjeros. Pero ese atractivo turístico está en peligro debido a
la mala planeación urbana.
Las playas de Veracruz, Boca
del Río, Alvarado y Coatzacoalcos podrían quedarse sin arena por varios
factores, el aplanamiento de las dunas es uno de ellos, asegura Patricia Moreno
Casasola Barceló, investigadora del Instituto de Ecología.
“Las playas, que son una de
nuestras principales ofertas, nos las estamos acabando por un mal manejo,
entonces estamos terminando con la gallina de los huevos de oro”, sostiene
Moreno Casasola Barceló.
La académica comenta que la
arena de la costa proviene de los ríos y de las dunas costeras, pero cuando
éstas últimas desaparecen las playas pierden a su principal proveedor.
Eso ocurre en el litoral
veracruzano, donde las dunas han sido aplanadas por las empresas constructoras
para establecer complejos turísticos y habitacionales que roban terreno al mar.
“Cuando el oleaje golpea con
la infraestructura dura de cemento (como los grandes hoteles de la conurbación),
al dar la vuelta la ola se lleva la arena y erosiona la playa”, explica Moreno
Casasola Barceló.
Para hacer frente a esa
situación las autoridades municipales optan por poner espigones (salientes de
piedra) frente a sus playas, lo que aminora la fuerza de las olas y por tanto
disminuye la cantidad de arena arrastrada por el mar.
Laguna de San Julián
“En el puerto de Veracruz
prácticamente no hay playas, porque se puso un malecón muy a la orilla y muchos
edificios cerca del mar. Las dunas de la zona norte le están aportando la poca
arena que tienen, pero si acabamos con las dunas, cómo está ocurriendo, nos
vamos a quedar sin nada”, asevera la investigadora.
Uno de los ejemplos más
recientes de aplanamiento de dunas se registra en la comunidad de San Julián,
donde se encuentra una laguna interdunaria del mismo nombre.
Vecinos de la zona denunciaron
ante medios de comunicación locales que el grupo CICE, empresa especializada en
maniobras y servicios portuarios, estaba aplanando las dunas y rellenando parte
de la laguna.
Estas versiones fueron
desmentidas en un inicio por el corporativo, pero en la actualidad el avance de
la obra es evidente y a diario se observan vehículos de CECI Puerto Seco,
compañía que pertenece a CICE.
Moreno Casasola Barceló explica
que el área aplanada será utilizada como patio y almacén de contenedores del
proyecto de la ampliación del puerto, una obra encabezada por Apiver, hasta el
momento detenida por Semarnat.
Una de las cuestiones que
preocupa a la investigadora es la afectación a las especies animales de la zona,
pues estas dunas son refugio del corredor migratorio de aves rapaces del centro
de Veracruz, uno de los más importantes del país.
Cada otoño gavilanes de alas
anchas, aguilillas cuaresmeñas y milanos migratorios anidan junto a la laguna
interdunaria de San Julián, cuya destrucción pone en riesgo a los citados
ejemplares.
Devastación en Alvarado
La zona norte del municipio
de Alvarado es otra muestra de la destrucción de las dunas. Antes, en temporada
de nortes, parte de la carretera hacia la comunidad de Antón Lizardo era
invadida por la arena.
El camino hacia sus playas, entonces
poco visitadas por los turistas, estaba compuesto de varios cordones de dunas
interdunarias que impedía apreciar desde lejos el mar.
Ahora ese escenario forma
parte de la historia, pues debido a la construcción de zonas residenciales la
mayoría de las dunas, refugio del cangrejo azul, han sido aplanadas.
Una muestra de la
destrucción es la creación de un edificio departamental de 20 pisos con vista
al mar. Para su creación fue necesario colocar un muro a escasos metros de la
playa que ya se encuentra erosionada.
Para detener este fenómeno
las autoridades municipales decidieron colocar un espigón frente a los
departamentos. Para Moreno Casasola Barceló ese será el primero de muchos porque
la erosión se extenderá por toda la costa.
“En Alvarado, donde todo iba
bien, se está cometiendo un error muy grande al destruir las dunas desde hace 4
o 5 años”, señala la investigadora del Inecol.
Patrón
repetitivo
Moreno Casasola Barceló
asegura que la extinción de las dunas es un patrón repetido en el 80 por ciento
de las playas mexicanas.
Cancún es uno de los casos
más graves, pues el desarrollo hotelero a escasos metros del mar ahora obliga a
las autoridades a alimentar artificialmente de arena la costa.
Para ello el gobierno de
Quintana Roo extrae arena del fondo marino cada 3 o 5 años, dependiendo del
número de tormentas o huracanes que impacten en la zona, para colocarla en sus
playas.
Los gastos de alimentar artificialmente
la costa quintanarroense son subsidiados por la Federación, debido a la
importancia de Cancún como destino turístico y a la derrama económica que
representa para el país.
En Tecolutla, Veracruz, se
presenta ya una situación similar, solo que los mismos hoteleros y
restauranteros son quienes se han visto obligados a buscar una manera de
alimentar sus playas para no perder su atractivo turístico.
“En un país donde tenemos
dunas y playas, lo más absurdo es echártelas cuando además le estamos apostando
económicamente a ese tipo de turismo”, enfatiza la especialista del Inecol.
¿Para qué sirven las dunas costeras?
1) Disminuyen el impacto de las
marejadas, tormentas y huracanes en las ciudades costeras
2) Proveen a las playas de
arena
3) Son refugio para las crías
de aves migratorias
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