viernes, 22 de marzo de 2013

Agua sólida, alternativa a la sequía




Jeanette Aldán Cano
 
Un invento del ingeniero mexicano Sergio Jesús Rico Velasco, egresado del Instituto Politécnico Nacional, se ha convertido en una solución a los problemas de sequía en regiones agrícolas. Se trata de la lluvia sólida.

Este producto es un polvo blanco con textura similar al azúcar, elaborado con agua recolectada durante las precipitaciones que se combina con una fórmula química conocida como poliacrilato de potasio (un compuesto absorbente similar al utilizado en los pañales para bebés). 

“Es una manera de aprovechar los temporales de lluvia que existen en diversas partes del país. Cada vez la producción de alimentos va a ser más complicada (por la escasez de agua). Nosotros estamos levantando la mano para mostrar que esta es una alternativa nacional”, asevera Alfonso Roldán Ávila, promotor comercial del proyecto. 

La lluvia sólida tiene la capacidad de absorber líquidos (incluso fertilizantes) y almacenarlos durante un periodo de tiempo. Por eso es utilizado como un sistema de riego alternativo en sembradíos y áreas verdes de casas u oficinas. 

“Las moléculas del agua se adhieren alrededor de cada granito de potasio y hacen que crezca de 300 a 500 veces su tamaño. Si esto se coloca en la raíz de cualquier vegetal solo va a necesitar agua una vez cada 30 días durante 10 años”, explica Roldán Ávila. 

Este invento mexicano funciona de la siguiente manera: se agrega agua al polvo, en segundos la mezcla toma la consistencia de un gel que debe colocarse cerca de las raíces, las cuales absorben el líquido cuando necesita hidratarse. Cuando la planta sustrae toda el agua (proceso que tarda alrededor de un mes), el producto recupera su aspecto inicial de polvo y puede reutilizarse. 

El material utilizado para la elaboración de la lluvia sólida no tiene ningún componente tóxico o nocivo para el suelo ni las plantaciones, por eso su uso también es recomendado para los cultivos orgánicos. 

Efectividad comprobada 

La lluvia seca fue creada en 2002. Ese año ganó el Premio Nacional de Ecología y Medio Ambiente otorgado por la Fundación Miguel Alemán Valdés. A partir de entonces la Universidad de Chapingo lo comenzó a evaluar para comprobar su efectividad. 

En 2005 el producto fue utilizado en la comunidad Aguahedionda, Jalisco, catalogada por la Secretaria de Desarrollo Social como una zona de extrema pobreza que sufría los efectos de la sequía. Estaba contaminada y deforestada. 

Los pobladores comenzaron a captar el agua de lluvia que cae en los techos a través de canaletas conectadas con tambos o tinacos, donde se les agrega los químicos necesarios para convertirla en polvo y más tarde utilizarla en los sembradíos. 

En cuatro años lograron incrementar de 600 kilos a diez toneladas su producción de maíz anual. Eso mejoró la calidad de vida de su población. Se iniciaron programas de reforestación, lo cual permitió el restablecimiento de manantiales y arroyos que estaban secos.

“En 2007 (el producto) se lanzó al mercado a través de una campaña empírica. Lo hemos desarrollado como un proyecto Pyme y hemos logrado convencer a productores agrícolas para que lo usen”, comenta Roldán Ávila. 

Actualmente es utilizado en el Ingenio La Margarita, ubicado en la carretera federal Córdoba – Tierra Blanca; en sembradíos de caña de azúcar, cítricos y hortalizas en Zentla, Paso del Macho y Tuxpan. 

La Cámara Nacional de Comercio en Veracruz utiliza la lluvia sólida en su campaña Manos Verdes, un programa anual de reforestación. En 2011 sembraron 100 mil árboles en distintas partes del estado. El 90 por ciento sobrevivió gracias a este innovador sistema de riego.

Algunas empresas catalogadas como socialmente responsables adquieren el producto para el mantenimiento de sus áreas verdes. Entre ellas Procter & Gamble México, Femsa Monterrey, Tamsa y CFE. 

Este año el Stockholm International Water Institute nominó al ingeniero Rico Velasco al Premio Estocolmo del Agua, el más prestigiado en esa categoría, por diseñar una innovación que contribuye al ahorro del vital líquido. 

Usos alternativos 

La lluvia sólida tiene usos alternativos. El combate de incendios forestales y el control de las inundaciones son los principales. 

En caso de una inundación debe verterse el polvo sobre el agua acumulada para convertirlo en gel y retirarlo con palas. Más tarde ese material puede aprovecharse para apagar siniestros de fuego o en sembradíos. 

“Esa es una iniciativa que hemos tratado de vendérsela a la gente de Protección Civil, porque es una manera de corregir un problema y posteriormente usarlo con productores que tienen problemas de sequía, pero no hemos encontrado eco”, asegura el representante nacional del proyecto.

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