jueves, 21 de marzo de 2013

Un río que inunda Veracruz

Fuente: Pronatura Veracruz 

Jeanette Aldán Cano

La primavera llegó, en unos días la costa central veracruzana se inundará con un río cuyo cauce no acarrea agua, sino animales: el río de rapaces.

El cielo de la entidad será sobrevolado por más de 5 millones de aves que regresan a Canadá y Estados Unidos, sus países de origen. Éste fenómeno es único en el continente.

En el otoño, estas aves recorren el mismo trayecto pero con dirección al sur de México y otras naciones centro y sudamericanas, donde se resguardan de las bajas temperaturas y se alimentan. Sólo en Veracruz es perceptible su tránsito masivo.

La ciudad de Eilat, Israel era considerada el corredor de rapaces más importante del mundo. Hoy, la entidad veracruzana ha logrado desplazarla y posicionarse en el primer sitio, asegura Yumei Cabrera Carrasco, integrante de Pronatura Veracruz.

Parvadas de aguilillas, milanos, zopilotes, halcones, cernícalos, esmerejones, águilas y gavilanes son algunas de las familias de aves que atraviesan el estado durante sus dos temporadas de migración (marzo – abril y septiembre – octubre).

En total son 16 especies de rapaces las que más transitan por el estado. Junto a ellas, pero a una altura inferior, viajan libélulas, golondrinas, colibríes, patos y cigüeñas, animales que se convierten en su fuente de alimentación.

“También hemos observado que cuando hay migración de aves rapaces debajo de ellas van numerosas mariposas amarillas originarias de Texas. No hemos estudiado este fenómeno, por eso no sabemos hacia donde se dirigen”, comenta Cabrera Carrasco.

Las rapaces salen de la costa oeste de sus países de origen, recorren el Golfo de México siguiendo el litoral de Tamaulipas, Veracruz y parte de Tabasco. Después llegan al Istmo de Tehuantepec y a partir de ahí se dispersan.

Algunas especies se quedan en las selvas del sureste mexicano, otras cruzan hacia el Océano Pacífico y siguen su camino, por el litoral de Chiapas, hasta llegar a naciones de Centroamérica o Sudamérica.

Veracruz, un refugio único

Durante las temporadas de migración, la mayor concentración de aves se observa en la costa central de Veracruz, debido a la composición orográfica de la región, explica Cabrera Carrasco.

Mientras en Tamaulipas y el norte de la entidad veracruzana las aves se dispersan para volar a todo lo ancho del territorio, en la zona centro su espacio de vuelo se reduce por la presencia de la Sierra Madre Oriental.

Entre las localidades de Chichicaxtle, municipio de Puente Nacional, y Cardel está la Sierra Manuel Díaz, perteneciente al sistema montañoso oriental. Cuando las aves se topan con estas elevaciones redirigen su vuelo hacia la costa del Golfo de México que semeja un embudo. 

Las rapaces rehúyen de las regiones montañosas porque los vientos y bajas temperaturas de esas zonas las obliga a gastar mayor energía, cuando lo que ellas buscan es un ahorro para continuar su viaje de casi 11 mil kilómetros.

En contraparte, las comunidades costeras de Puente Nacional y la Antigua ofrecen a estas aves una oportunidad única, pues en la zona se forman corrientes termales que les permiten elevarse a mayores alturas y volar con un mínimo esfuerzo, tanto en otoño como en primavera.





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