viernes, 31 de enero de 2014

RIESGOSA MINA DE GRAVA EN NAOLINCO


La operación irregular de una mina de grava volcánica y arena pone en peligro a los habitantes del municipio y a los automovilistas que circulan por la principal vía de comunicación con Xalapa

Jeanette Aldán Cano

A un costado de la carretera estatal que conecta las comunidades del Zacatal, municipio de Jilotepec, y Naolinco opera una mina de grava volcánica, cuya operación representa un riesgo para los habitantes de la zona.

El terreno de siete hectáreas, ubicado a casi dos kilómetros de la cabecera municipal de Naolinco de Victoria, funciona como un banco de materiales donde se extraen cargas de grava y arena desde hace 15 años.

La propiedad pertenece a la gravera El Órgano que sustrae alrededor de 600 metros cúbicos de material por semana para su comercialización, según informa Fernando Fernández, representante legal y uno de los dueños de la empresa.

Al estar rodeado de una carretera y un conjunto de casas, el banco de materiales representa un peligro permanente tanto para los conductores que transitan por el lugar como para quienes ahí habitan, debido a la probabilidad de un accidente.

Riesgo de accidentes

A escasos metros del cerro usado para la extracción pasa un río, esa corriente representa un riesgo latente de reblandecimiento del terreno y por lo tanto de deslave, el cual podría afectar la principal vía de comunicación de Naolinco con la capital del estado.

Además, los tractores utilizados en la extracción y los camiones de volteo donde son transportados los materiales descienden del lugar a velocidad elevada, eso genera ligeros deslizamientos de grava y arena.

La salida de la gravera se encuentra justo donde termina una curva de la carretera, pese a ello no existen señalamientos de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte para que los automovilistas tomen precaución y eviten un choque con alguna de las unidades de la empresa, la mayoría de ellas deterioradas.

El estado del tiempo predominante en Naolinco, donde es común que llueva y haya neblina por la tarde- noche, también aumenta las probabilidades de deslaves o accidentes por problemas de visibilidad en la carretera.

Martha Márquez Landa, comerciante del municipio, comenta que ya han ocurrido deslaves de grava en la zona, los cuales incluso invaden carriles de la carretera, aunque sin consecuencias graves hasta el momento.

Pese a ello, Márquez Landa considera que la operación irregular del banco de materiales afecta a la principal actividad económica del lugar: la venta de calzado, pues en temporadas de lluvia la gente prefiere no visitarlos para evitar accidentes.

Armando González Callejas pide a las autoridades tomar cartas en el asunto pues, si continúa la deforestación del cerro, los vecinos de los alrededores (quienes todavía no han interpuesto ninguna queja) están en riesgo de sufrir un percance.

Permiso para operar

El representante legal de la gravera El Órgano sostiene que la empresa cuenta con permiso de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales para operar desde hace más de una década. Pese a ello, no aparece en el inventario anual de bancos de materiales elaborado por la SCT.

Fernández reporta que antes de poner en marcha la gravera, su familia presentó una Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto a la Semarnat, la cual lo autorizó con la condición de implementar medidas para mitigar el impacto ambiental por la expropiación del cerro.

Una de las acciones que realiza la empresa es la reforestación de los alrededores de la zona. Por cada árbol cortado durante los trabajos de extracción, se siembran ocho para intentar compensar el daño.

Proliferación de actividad extractiva

En los municipios ubicados en la región central de Veracruz son comunes los sitios donde se realiza actividad extractiva de materiales para la construcción de manera riesgosa. En septiembre de 2013, un banco de arena sepultó a 13 personas en la comunidad de Manzanatitla, municipio de Coscomatepec.

Las lluvias registradas en la zona provocaron el socavamiento del cerro, el cual se deslavó y cayó sobre las viviendas de los fallecidos. Dos años antes del accidente, el ayuntamiento de Coscomatepec solicitó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y a Protección Civil la clausura del lugar, pero no obtuvo una respuesta favorable.

Tras la tragedia humana, las autoridades suspendieron los permisos de ese banco para evitar otro deslave en la carretera o en otras viviendas cercanas.

Los camiones de volteo donde son transportados los materiales descienden del lugar a velocidad elevada, eso genera ligeros deslizamientos de grava y arena.

1 comentario:

  1. no tiene permisos de nada y no reforesta ni un árbol. es un mentiroso don fernando.

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